miércoles, 27 de marzo de 2013

TERROR CACHORRO EN CASA:

Cuando el cachorro llega a casa, se produce un pequeño kaos, todo es nuevo, tanto para el cachorro como para nosotros. Ninguno de los dos sabemos entendernos, y mucho menos lo que necesita uno y otro. Por eso son tan importantes las primeras semanas ( de cuatro a ocho semanas de vidas) en este momento son esponjas, es el mejor momento para socializarlos y empezar a adaptarlos a la vida familiar. No es bueno separar a los cachorros de la madre y de los hermanos, antes de los 45 dias de vida. Cuanto mas tiempo este con la camada, mas aprendera, la madre y los hermanos son los mejores maestros en estos primeros contactos. Los cachorros entre ellos aprenden jugando con las peleas, los empujones "agresividad lúdica" y a la vez entre ellos se van marcando jerarquías y aprender a controlar las mordidas en el juego y a respetar a los superiores. Por eso es tan importante que cuando llegue a casa desde el principio se le empiece a marcar unas rutinas: de paseo, higiene, alimentación. Todas iniciadas y terminadas por le dueño. Un perro que se le marcan rutinas es un cachorro, es un cachorro tranquilo porque no tiene que preocuparse de nada. La obligación del líder es gestionar y satisfacer las necesidades del cachorro.
Hay que tener en cuenta que el perro vive solamente el presente, condicionado con las experiencias del pasado, sobretodo de las ocho primeras semanas y sin visión de futuro.


Saludos perrunos y disfrutar esta Semana Santa de vuestras mascotas.

Este blog esta dirigido a todos los que nos gustan los perros y compartimos nuestro tiempo y espacio con ellos. Esa gente peluda que rebosa cariño y lealtad y que muchas veces solo son correspondidos con abandono y maltrato. Especialmente quiero dedicárselo a mi gran amigo Bartolo, un Bull-Dog de seis añitos, gamberro y juguetón que compartía su vida conmigo y con otros dos perros. Bartolín murió el día 11 de noviembre de un paro cardíaco, pero siempre seguirá estando con nosotros.


Bartolo: 3 meses; Lola: 4 años



Me llamo Paloma vivo en Illescas, Toledo y me dedico al adiestramiento de perros, y modificaciones de conducta. Mi especialidad es la educación de cachorros desde el primer día que llegan a casa, adaptación de la vida en familia, normas de higiene, socialización y primeras bases de obediencia. Pero ante todo soy una amante de los animales y defensora de sus derechos. Mi trabajo principalmente es conseguir que perro y amo se entiendan, y enseñar al perro a convivir con los humanos de una forma educada.

Cualquier persona que quiera educar a su cachorro debe de asesorarse por profesionales sobre el método de educaión que necesita su perro. No todos los métodos son válidos para todos los perros. Hay que conseguir cachorros felices para que sean adultos equilibrados. Para ello hay que tener en cuenta cuatro cosas primordiales:

  1. RESPETO
  2. PACIENCIA
  3. CONSTANCIA
  4. FIRMEZA.
Lo mas importante saber escoger el cachorro que cada uno necesitamos. España es el país Europeo dónde se registran mas abandonos antes de los 15 meses de vida del animal. Estos abandonos se producen por varias causas todas ellas evitables si antes de adquirir un cachorro nos hiciéramos las siguientes preguntas:
  1. ¿Tengo tiempo libre para dedicar a un perro?
  2. ¿Quiero dedicar este tiempo a cuidar de un perro?
  3. ¿Qué tipo de perro necesito?
  4. ¿Quiero comprometer quince años de mi vida a un perro?

Si todas las respuestas son afirmativas, PUEDO TENER UN PERRO, si dudo en alguna debo dejarlo para otro momento.






jueves, 14 de marzo de 2013


Los animales ayudan a los niños con autismo: consiguen fomentar sus conductas sociales

Cariño animal
Rodrigo, un niño autista, es acariciado por un león marino dentro de un programa experimental de terapia asistida con estos animales que se desarrolla en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. (Esteban Cobo / EFE)
  • En presencia de los animales, los niños con autismo muestran más ganas de hablar, miran a la cara de otros y tienen más contacto físico.
  • Es más probable recibir propuestas de amistad cuando caminamos con un perro.
  • Este efecto de "lubricante social" de los animales puede ser particularmente importante en personas con discapacidad socioemocional.
Interactuar con animales beneficia nuestra salud mental. En el caso de las personas con autismo ya se había observado y un nuevo estudio lo confirma. La presencia de un animal puede aumentar significativamente las conductas sociales positivas en los niños con trastornos del espectro autista (TEA).

Los autores –Marguerite E O'Haire y sus colegas de laUniversidad de Queensland, (Australia)– compararon cómo niños de 5 a 13 años de edad con TEA interactuaban con los adultos y, por lo general, sus compañeros en la presencia de dos conejillos de indias frente a los juguetes.

Los animales pueden ayudar a estos niños a conectar con terapeutas, profesores u otros adultosOcurrió que en presencia de los animales, estos menores mostraban más ganas de hablar, miraban a la cara de otros y tenían más contacto físico. Estos niños con TEA también eran más receptivos a los avances sociales de sus pares en presencia de los animales de lo que eran cuando jugaron con juguetes.

La presencia de animales aumentaba además los casos en los que estos menores sonreían y reían, reducía su gesto de ceño fruncido, gemidos y lloros, comportamientos en los niños con autismo que se producían más cuando estaban con juguetes.

Estudios previos han demostrado que las personas tienen más probabilidades de recibir propuestas de amistad de desconocidos cuando caminan con un perro que cuando pasean solas y efectos similares se han observado en personas que poseen pequeños animales como conejos o tortugas.

Los autores, cuyo estudio publica la revista Plos One, sugieren que este efecto de "lubricante social" de los animales en las interacciones sociales humanas puede ser particularmente importante para aquellas con discapacidad socioemocional.

Según los investigadores, la capacidad de un animal para ayudar a los niños con TEA a conectar a los adultos puede ayudar a fomentar interacciones con terapeutas, profesores u otros adultos.

Cinco preguntas sobre el autismo

¿Qué es el autismo? No es una enfermedad. Se trata de un trastorno del desarrollo infantil que en cada persona se manifiesta de una forma diferente por lo que no hay que generalizar.

¿Cuáles son sus rasgos más comunes? Dificultades en el lenguaje y la incomunicación, pero no incapacidad, dificultades para comprender y establecer relaciones sociales y comportamientos que se repiten e intereses por no demasiadas cosas. Con los apoyos adecuados, es posible ayudar a la persona a que los amplíe.
¿Quién tiene autismo? Uno de cada 150 niños en edad escolar presenta algún trastorno del espectro autista, afectando más a hombres que a mujeres.

¿Cuáles son las causas? El autismo es consecuencia de alteraciones en las funciones o estructuras del cerebro de la persona que lo tiene y está considerado un trastorno neurológico y psiquiátrico de origen genético.

¿Cómo se puede ayudar a las personas con autismo? Se puede mejorar su calidad de vida con un diagnóstico temprano; una educación e intervención especializadas, y con los recursos sociales y comunitarios que necesiten para participar en la sociedad.